Los tonos del aura suelen ser traslúcidos. Las personas generalmente tienen un color dominante. Si la persona está pasando por un momento difícil u otras circunstancias, su aura reflejará un tono distinto. Y a medida que el individuo evoluciona los colores de su aura pueden cambiar.
Azul: El individuo con color azul es una persona con grandes dotes comunicativas y de grandes ideales. Es propio de personas honradas, positivas, joviales, sinceras, y con gran seguridad en sí mismas. Como contrapartida, el individuo con color azul puede llegar a ser demasiado inestable. Sus estados de ánimo pasan con demasiada facilidad de lo feliz a lo triste y si se deja arrastrar pueden tender fácilmente a la depresión. Además como siempre necesita estar haciendo algo es corriente que lleguen a estresarse.
Violeta: El individuo con color violeta es una persona especialmente espiritual. Le apasionará la lectura profunda y los debates sobre las cosas del espíritu. A veces parece que estás buscando un gurú permanente que le guíe para saber por dónde está el camino. Deben cuidarse del aislamiento, ya que pueden irse aislando del mundo paulatinamente.
Rosa: El individuo con color rosa es una persona especialmente sentimental y sensible. Es la tonalidad que tienen los amantes del arte, la belleza y de lo místico; las personas humanitarias y compasivas, que han alcanzado el equilibrio entre lo material y espiritual. Deben cuidarse de volverse excesivamente dependientes de los demás y lo que opinan de él, olvidándose así de su propia personalidad e intentando convertirse en lo que los demás esperan de él.
Rojo: El individuo con color rojo es una persona ambiciosa, optimista, con gran valentía y muchas ganas de luchar en la vida. Se relaciona con personas fuertes, de ego elevado, que desean alcanzar el éxito en el mundo material. Como contrapartida el individuo con color rojo puede ser excesivamente egoísta.
Amarillo: El individuo con color amarillo es una persona muy sociable y atenta. Hace referencia a personas de pensamiento brillante y lúcido. Aquellos que tienen este tono predominante en su aura suelen ser creativos, optimistas, alegres, de gran sentido del humor y rapidez mental. Pueden llegar a convertirse en una persona excesivamente crítica consigo mismo y con los demás. Si se descuidan, puede terminar como una de esas personas amargadas que siempre están sacando lo malo en todo lo que ven y lo que hacen.
Naranja: El individuo con color naranja es una persona muy sociable y activa. Este aura denota grandes capacidades para solucionar aspectos en los que varias personas estén involucradas. Tienen buenas dotes de diplomáticos y son grandes y leales amigos. Debe cuidarse para no llegar a convertirse en un persona superficial.
Verde: El individuo con color verde es una persona encantadora y con gran determinación. Es el color de la simpatía, la calma y la confianza. Deberá cuidarse que su determinación no acabe transformandose en tozudez y terquedad.
Blanco: El individuo con color blanco tiene un poco de todo de los demás colores. Estas personas suelen amar la verdad, la paz, la armonía y la espiritualidad. Generalmente, son idealistas. Puede llegar a ser muy caprichosa y poco fiel a sus amistades.
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